Empecé a ir a la iglesia desde niño, en esa época sonaba en la radio constantemente una canción llamada “La gran tribulación” de un cantante llamado Marino, escucharla a esa edad causaba pesadillas, y aún más por la forma en que la cantaba (no es que tuviera mala voz), en definitiva no era una canción alegre, era una balada que evocaba tristeza o al menos esa era mi percepción.
La canción habla precisamente de la gran tribulación, el arrebato y el juicio de Dios sobre la tierra y eso era lo que causaba pavor entre la gente, pensar en el hecho de que Cristo ya venía y que vendría mucho más sufrimiento era terrorífico.
Con la situación actual el miedo a ganado muchos adeptos, aunque algunos son más ficticios, creer en la siguanaba o el monstruo del lago de Ness es más probable para ellos ahora, aunque si hay una realidad de la que muchos no se escapan y aún peor otros no quieren escapar.
Durante el día todos son valientes, mientras haya pan y tortillas todos somos poderosos, pero, ¿qué hay de nuestra alma? La comida es para el cuerpo y el día para disfrutarlo, pero, ¿y si el Señor viene hoy? Y si este es un preludio a la tan temida “gran tribulación” y no me refiero a la canción de Marino, ese nada mas es el soundtrack de nuestra situación, si es la situación que queremos vivir.
No digo que seamos indiferentes a la realidad, hablo del temor, del miedo, del pánico del que muchos ahora son más vulnerables. Hay una esperanza, hay un futuro y hay una oportunidad de vivir en paz en medio de la crisis.
Te corresponde dejar el miedo en la puerta por un momento y tomar la valentía de vivir en paz no solo ahora si no por la eternidad. Animo que el mundo sigue, y si el mundo sigue significa qué aún hay oportunidad. ¡Ten paz!
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” S. Juan 16:33 RVR1960
Y no, no es un articulo profundamente escatológico, son lineas que procuran paz en medio de tanto temor, si en algo te ayudo, compártelo.
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